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Parasitosis Intestinales - GIARDIASIS

GIARDIASIS

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Resumen

El texto de Incani (2020) proporciona una descripción detallada de la giardiasis, una infección intestinal causada por el parásito Giardia lamblia. Se abordan aspectos clave como su definición, agente causal, transmisión a través de quistes en agua o alimentos contaminados, y los síntomas que varían desde asintomáticos hasta diarrea crónica y malabsorción. El documento también examina la distribución mundial y en Venezuela, métodos de diagnóstico que incluyen exámenes de heces y PCR, opciones de tratamiento con imidazólicos, y estrategias de prevención basadas en higiene y saneamiento. Finalmente, señala que en Venezuela no es de notificación obligatoria ni existe un programa de control específico para esta protozoosis.


Principales Temas y Ideas Clave:


1. Definición y Agente Causal:

  • La giardiasis es una infección del intestino delgado, específicamente el duodeno, causada por el protozoario flagelado Giardia lamblia (también conocido como G. intestinalis o G. duodenalis).
  • El parásito presenta dos formas morfológicas: el trofozoíto, con forma piriforme (10-20 µm de largo), que es la forma vegetativa y móvil; y el quiste, de forma ovalada (12x8 µm), que es la forma infectante y resistente en el ambiente.
  • Se trata de una parasitosis monoxénica, donde el ser humano es el único hospedador reconocido.


2. Manifestaciones Clínicas:

  • La infección puede cursar de forma aguda, con síntomas como diarrea, dolor abdominal; o crónica, con diarrea persistente, esteatorrea, dolor y distensión abdominal, síndrome de malabsorción (especialmente de grasas) y retardo pondoestatural en niños.
  • Es importante destacar que la mayoría de los casos son asintomáticos.
  • La giardiasis aguda se caracteriza por un inicio brusco con "evacuaciones líquidas o pastosas, mucosas, fétidas, dolor abdominal, malestar general, náuseas, distensión abdominal, flatulencia, sabor desagradable en la boca, pérdida de peso temporal y ausencia de fiebre."
  • En la etapa crónica, además de la sintomatología, se asocia el "retardo pondo estatural".
  • Se menciona la posibilidad de curación espontánea gracias a la respuesta inmune.


3. Transmisión:

  • La transmisión ocurre por la ingesta de la forma quística del parásito, presente en agua, alimentos o manos contaminadas con materia fecal. Esta es la vía fecal-oral.
  • Al ser ingerido, el quiste se desenquista en el estómago y duodeno, liberando trofozoítos que se adhieren a la mucosa duodenal mediante su disco suctorio, donde se multiplican por fisión binaria.
  • Los quistes son resistentes en el ambiente, pudiendo sobrevivir hasta 20 días en agua a 21°C.
  • Si bien todos los grupos etarios son susceptibles, los niños presentan 2-3 veces mayor tendencia a infectarse, especialmente si están desnutridos.
  • Adultos provenientes de zonas no endémicas que visitan zonas endémicas también tienen mayor riesgo y suelen presentar mayor sintomatología, lo que sugiere el desarrollo de cierta inmunidad.
  • Grupos con mayor riesgo incluyen niños en guarderías, personas en instituciones para personas con discapacidad intelectual y hombres homosexuales, debido al contacto personal.
  • Factores que predisponen a la infección incluyen la secreción reducida de jugo gástrico (por tratamiento antiácido, malnutrición, gastritis atrófica, cirugía gástrica o presencia de H. pylori) y la hipogammaglobulinemia con deficiencia de IgA.
  • En USA, la mayor incidencia se observa en niños de 1-4 años.


4. Reservorio y Fuente de Infección:

  • Tradicionalmente se considera una antroponosis, donde el hombre infectado (en cualquier etapa) es la principal fuente de infección.
  • A diferencia de la amebiasis, incluso las personas con giardiasis aguda son fuente de infección.
  • Sin embargo, se ha detectado G. lamblia en castores y algunos animales domésticos (perros y gatos), lo que podría explicar infecciones en turistas de campo y personas con contacto cercano con mascotas en países desarrollados.


5. Período Prepatente y Transmisibilidad:

  • El período prepatente es menor de 7 días y el período de incubación es de 7-10 días en promedio.
  • El período de transmisibilidad dura mientras persista la infección, que puede extenderse por meses.
  • La dosis infectante es baja, de menos de 10 quistes del parásito.



6. Patología:

  • G. lamblia no penetra la mucosa intestinal, sino que los trofozoítos se adhieren a ella, formando un tapiz que altera el microambiente.
  • Esta adherencia se asocia a "atrofia de las microvellosidades en el sitio, acortamiento de las vellosidades y las criptas se hacen más profundas." También se observa infiltración de linfocitos y plasmocitos.
  • Estas alteraciones pueden dificultar la absorción de nutrientes en el duodeno e inicio del yeyuno, especialmente grasas y vitaminas liposolubles (como la B12), contribuyendo al síndrome de malabsorción y al retardo pondoestatural.
  • La variabilidad en la presentación clínica (desde asintomática hasta sintomática) es notable.
  • G. lamblia presenta variación antigénica en su superficie, un mecanismo aparentemente inducido por la respuesta inmune que podría explicar la persistencia del parásito en muchos infectados.
  • Un meta-análisis en USA encontró una mayor frecuencia de giardiasis en hombres y una asociación con la presencia de Helicobacter pylori.


7. Diagnóstico:

  • La sintomatología es inespecífica, por lo que el diagnóstico debe considerarse en la investigación del síndrome diarreico, especialmente en niños con déficit de crecimiento y en condiciones sociales limitadas.
  • La eliminación de quistes y trofozoítos en heces es irregular, lo que requiere la práctica de un examen de heces seriado (al menos 3 muestras de días diferentes).
  • Además del examen directo, se deben incluir métodos de concentración por flotación de quistes, como el método de Faust.
  • Incluso con las mejores técnicas coprológicas, la detección puede ser de solo el 50%.
  • El Enterotest (cápsula de gelatina con un cordel) permite obtener muestras del duodeno para observación microscópica.
  • También se puede estudiar el aspirado duodenal y biopsias obtenidas durante la gastroduodenoscopia.
  • La detección de coproantígenos ha mejorado significativamente el diagnóstico, con kits disponibles comercialmente.
  • La PCR ha demostrado duplicar la frecuencia de detección en comparación con una buena coprología en estudios comunitarios, lo que sugiere que la giardiasis puede estar subdiagnosticada.


Quistes de Giardia duodenalis

Los quistes de Giardia duodenalis son ovalados a elipsoides y miden de 8 a 19 μm (promedio de 10 a 14 μm). Los quistes maduros tienen 4 núcleos, mientras que los quistes inmaduros tienen dos. Los núcleos y las fibrillas son visibles tanto en las monturas húmedas teñidas con yodo como en los frotis teñidos con tricrómico.


Quiste de G. duodenal en un montaje húmedo teñido con yodo.

https://www.cdc.gov/dpdx/giardiasis/index.html



Quistes de G. duodenalis teñidos con tricrómico.

https://www.cdc.gov/dpdx/giardiasis/index.html


Trofozoítos de G. duodenalis

 Los trofozoítos de Giardia duodenalis tienen forma de pera y miden entre 10 y 20 micrómetros de longitud. En los especímenes permanentes teñidos, generalmente se ven 2 núcleos grandes. También se pueden ver los discos de succión (utilizados para adherirse al epitelio mucoso del huésped), los cuerpos medianos y los flagelos (8).



Trofozoíto de G. duodenalis en un montaje húmedo teñido con yodo.



Trofozoíto de G. duodenalis teñido con tricrómico.



8. Tratamiento:

  • Las drogas de elección son los derivados imidazólicos, como metronidazol, tinidazol y secnidazol. Se especifican las dosis para niños y adultos para cada fármaco.
  • Se han reportado casos de desarrollo de resistencia a los azoles.
  • La quinacrina y la furazolidona se mencionan como alternativas, con sus respectivas dosis.
  • La nitazoxanida también se utiliza.
  • En casos de falla con los imidazólicos, se ha sugerido la combinación de medicamentos como quinacrina con metronidazol o albendazol con metronidazol.


9. Prevención y Control:

  • Los pacientes con giardiasis (aguda o crónica) son fuente de infección.
  • Tras el diagnóstico, se debe investigar el entorno familiar y, en el caso de niños en guarderías, revisar a los demás niños.
  • La contaminación fecal-oral (manos, alimentos y bebidas contaminadas) es el principal mecanismo de transmisión.
  • Medidas de prevención y control son similares a las de la amebiasis e incluyen: adecuada disposición de excretas, higiene de manos y alimentos, acceso a fuentes seguras de agua, educación para la salud para modificar hábitos de riesgo y control de manipuladores de alimentos.
  • Los quistes son resistentes a la cloración del agua a las dosis habituales, lo que ha resultado en brotes por contaminación fecal de aguas tratadas (potables o recreacionales).


10. Distribución Geográfica Mundial:

  • La giardiasis tiene una distribución mundial y es posiblemente el parásito patógeno intestinal más frecuente.
  • Aunque fue descrita inicialmente en el siglo XVII, ocurre con mayor frecuencia en los trópicos, donde las condiciones de higiene, disposición de excretas y suministro de agua segura son deficientes.
  • En los trópicos, la prevalencia puede alcanzar el 20-30%, con mayor frecuencia en niños, mientras que en el mundo desarrollado oscila entre el 2-5%.
  • La FAO/ONU la considera la 11ª causa de infecciones de origen alimentario.
  • G. lamblia y Cryptosporidium son los protozoarios más comúnmente reportados en el Reino Unido.
  • Se han reportado brotes epidémicos por aguas contaminadas en USA, Inglaterra e Italia.
  • En USA se detectan anualmente alrededor de 1.2 millones de casos. La mayoría de los brotes se asocian al consumo de agua contaminada (ingerida o recreacional).
  • En la Unión Europea, se reportaron miles de casos confirmados anualmente, con mayores prevalencias en ciertos países y grupos etarios (principalmente niños pequeños). Es una infección típica de viajeros.
  • Para el estudio GBD (2010), la incidencia mundial se estimó en cerca de 184 millones de casos.


11. Distribución Geográfica y Prevalencia en Venezuela:

  • No se identifica una distribución geográfica específica en el país.
  • Establecer cifras precisas de prevalencia es difícil debido a que el examen directo de heces no se realiza regularmente en los programas de control de parasitosis intestinales, que se enfocan más en helmintos (utilizando el método de Kato, no útil para protozoarios).
  • Una encuesta nacional de 1989-92 reportó una prevalencia del 11,5% mediante examen directo.
  • Un estudio en la región centro norte costera (2007-2010) encontró una prevalencia del 10,3% en población urbana.
  • Estudios puntuales con diferentes metodologías muestran variaciones significativas: alta prevalencia en jardines de infancia de bajo estrato socioeconómico en Valencia (35%), menor en estratos superiores (10-18%).
  • Un estudio en una comunidad rural de Carabobo demostró una prevalencia del 13,6% con la técnica de SAF, pero la PCR reveló un 33,8%, lo que sugiere que la giardiasis está subvalorada debido a las metodologías diagnósticas utilizadas.


12. Notificación Obligatoria y Organismo de Control en Venezuela:

  • La giardiasis no es una enfermedad de notificación obligatoria en Venezuela.
  • No existe un programa de control específico para protozoosis intestinales en el país. Sin embargo, se administra tratamiento (tinidazol o metronidazol) en encuestas donde se diagnostica giardiasis.


Conclusiones:

La giardiasis es una parasitosis intestinal de distribución mundial y alta prevalencia, especialmente en áreas con condiciones sanitarias deficientes. Si bien muchos casos son asintomáticos, puede causar morbilidad significativa, especialmente en niños. El diagnóstico puede ser desafiante debido a la eliminación irregular de parásitos en heces, lo que subraya la importancia de utilizar métodos diagnósticos sensibles como la detección de coproantígenos y la PCR. La prevención se basa en medidas de higiene y saneamiento, dado que los quistes son resistentes a la cloración habitual del agua. En Venezuela, la prevalencia podría estar subestimada debido a las metodologías de diagnóstico utilizadas, y la falta de un programa de control específico resalta la necesidad de mayor atención a esta parasitosis.



Preguntas Frecuentes sobre Giardiasis


1. ¿Qué es exactamente la giardiasis y cuál es el microorganismo responsable?

La giardiasis es una infección del intestino delgado, específicamente del duodeno, causada por el parásito protozoario flagelado Giardia lamblia (también conocido como G. intestinalis o G. duodenalis). Este parásito existe en dos formas: una forma vegetativa móvil llamada trofozoíto, de forma piriforme y un tamaño de 10-20 µm, y una forma quística ovalada, de 12x8 µm, que es la forma infectante y resistente en el ambiente.


2. ¿Cómo se transmite la infección por Giardia lamblia? La transmisión de la giardiasis ocurre principalmente a través de la vía fecal-oral. Esto implica la ingesta de la forma quística del parásito presente en agua, alimentos o manos contaminadas con heces. Una vez ingerido, el quiste se desenquista en el intestino delgado liberando los trofozoítos, los cuales se adhieren a la mucosa duodenal, se multiplican y posteriormente se enquistan nuevamente para ser eliminados en las heces. La dosis infectante es baja, de menos de 10 quistes.


3. ¿Cuáles son los síntomas más comunes de la giardiasis y qué complicaciones pueden surgir?

La sintomatología de la giardiasis es variable. En su forma aguda, puede causar diarrea (acuosa o pastosa, a menudo fétida y con moco), dolor abdominal, malestar general, náuseas, distensión abdominal, flatulencia y pérdida de peso. En la etapa crónica, además de estos síntomas intermitentes, puede presentarse esteatorrea (heces grasosas), síndrome de malabsorción (especialmente de grasas y vitamina B12) y retardo en el crecimiento en niños. Es importante destacar que una gran proporción de las infecciones, especialmente en niños, pueden ser asintomáticas.


4. ¿Quiénes tienen mayor riesgo de contraer giardiasis?

Todos los grupos de edad son susceptibles a la giardiasis, pero los niños, especialmente aquellos desnutridos, tienen una tendencia 2-3 veces mayor a infectarse. Otros grupos de riesgo incluyen niños que asisten a guarderías, personas en instituciones para discapacitados mentales, hombres homosexuales (debido al contacto personal), viajeros a zonas endémicas, y personas con factores predisponentes como secreción reducida de ácido gástrico o deficiencia de IgA.


5. ¿Cómo se diagnostica la giardiasis?

El diagnóstico de giardiasis se basa en la detección del parásito o sus antígenos en las heces. Dado que la eliminación de quistes y trofozoítos no es constante, se recomienda realizar un examen de heces seriado con al menos tres muestras de días diferentes, utilizando tanto el examen directo como métodos de concentración (como el método de Faust). Otras técnicas incluyen el Enterotest (cápsula con un hilo), el análisis de aspirado duodenal o biopsia durante la endoscopia, la detección de antígenos de Giardia en heces (coproantígenos) mediante kits comerciales, y la PCR, que ha demostrado ser más sensible para la detección.


6. ¿Cuál es el tratamiento estándar para la giardiasis?

El tratamiento de elección para la giardiasis son los derivados imidazólicos como el metronidazol, el tinidazol y el secnidazol. Las dosis varían según la edad y el peso del paciente. En niños, el metronidazol se administra a 15 mg/kg/día divididos en tres dosis por 7 días, el tinidazol en dosis única de 50 mg/kg, y el secnidazol en dosis única de 30 mg/kg (0.5 a 1 gramo). En adultos, las dosis usuales son 250 mg de metronidazol tres veces al día por 7 días, 2 gramos de tinidazol en dosis única, o 2 gramos de secnidazol en dosis única. Se han reportado casos de resistencia a estos fármacos, y existen alternativas como la quinacrina, la furazolidona y la nitazoxanida. En casos de falla terapéutica, se pueden considerar combinaciones de medicamentos.


7. ¿Cómo se puede prevenir y controlar la propagación de la giardiasis?

La prevención y el control de la giardiasis se basan en medidas de higiene personal y saneamiento ambiental. Esto incluye la adecuada disposición de excretas, el lavado frecuente de manos (especialmente después de ir al baño y antes de manipular alimentos), la higiene de los alimentos, el consumo de agua potable segura (ya que los quistes son resistentes a la cloración habitual), y la educación sanitaria para fomentar hábitos de higiene. En casos diagnosticados, es importante investigar y revisar el entorno familiar y, en el caso de niños en guarderías, a otros niños de la unidad.


8. ¿Cuál es la distribución geográfica de la giardiasis y cuál es su impacto a nivel mundial y en Venezuela?

La giardiasis tiene una distribución mundial, presentándose en todos los climas, y se considera uno de los parásitos intestinales patógenos más frecuentes a nivel global. Es más común en los trópicos, donde las condiciones de higiene y saneamiento son deficientes, con prevalencias en niños que pueden alcanzar el 20-30%, mientras que en el mundo desarrollado oscila entre el 2-5%. A nivel mundial, se estiman cientos de millones de casos anuales. En Venezuela, la información sobre la prevalencia es limitada debido a las metodologías de diagnóstico empleadas en los programas de control de parasitosis. Sin embargo, estudios puntuales han revelado prevalencias variables, incluso altas en ciertas poblaciones, lo que sugiere que la giardiasis podría ser un problema subestimado en el país.


Autoevaluación

Giardiasis


Bibliografía

Incani, R. N. (2020). Epidemiología de las enfermedades parasitarias: Su importancia en el mundo y en Venezuela. Signos Ediciones y Comunicaciones.


Otras fuentes

Centers for Disease Control and Prevention. (s.f.). DPDx - Giardiasis. Recuperado el 4 de abril de 2025, de https://www.cdc.gov/dpdx/giardiasis/index.html

Parasitología Aula Virtual. (s.f.). Giardiasis [Playlist]. YouTube. https://www.youtube.com/playlist?list=PLUacIHFf9ZXbJk9wx73zoCmPMZlSLcGEh















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